MASK 2

Un eco profundo vibra en cada cuerpo de obra de Maria Ignacia Walker, ya que el cuerpo es el asunto central de su práctica artística. Una vez más nos encontramos ante la obsesión de Walker por una pérdida brutal y repentina, de la piel, percibida como caparazón protector y contenedor de emociones y sensaciones. A diferencia de “Trascendieron”, donde la artista recogió, midió y archivó su cabello, ahora está contando toda la superficie del cuerpo. Walker recrea nuestra “capa protectora diaria” tejiendo una miríada de esferas diminutas en un tejido peculiar, donde las células de resina sintética se construyen en una estructura intrincada y se unen en un “vestido” para nuestro cuerpo. Una investigación minuciosa del artista que transforma en objetos tangibles que se pueden llevar puestos. Walker da vida a la resina, bordando pacientemente este material en un largo proceso de meditación (femenino) convirtiéndolo en un elogio poético a la regeneración, deconstrucción y construcción como parte del renacimiento, haciendo eco alegre de los ciclos de la naturaleza.